Laparoscopia

El desarrollo tecnológico en Medicina y especialmente en Cirugía ha hecho posible disminuir el tamaño de las incisiones quirúrgicas, y el máximo exponente de ello lo constituyen las técnicas laparoscópicas.

La Laparoscopia es la alternativa mínimamente invasiva a la cirugía abierta convencional. A través de 3-4 pequeñas incisiones y con la ayuda de una cámara interna (el laparoscopio) se transmite la imagen de los órganos internos a un monitor de televisión a través del cual el cirujano pueda guiarse para realizar diferentes procedimientos quirúrgicos con instrumentos específicamente diseñados para acceder a través de las incisiones con los que se opera.

El laparoscopio magnifica la imagen varias veces respecto al tamaño real, permitiendo una mejor visión de los órganos abdominales. En especial a la cirugía del riñón uréter, vejiga y próstata.

- Cirugía de las glándulas suprarrenales

- Cirugía renal (TUMORAL o BENIGNA)

- Nefrectomía o Nefroureterectomía radical por cáncer

- Nefrectomía simple o parcial – Resección de quistes del riñón

- Píelo plastia – Cirugía de la litiasis del uréter

- Cirugía del reflujo vesicoureteral

- Linfadenectomía pélvica o retroperitoneal

- Testículos no descendidos

- Cirugía Vejiga y Próstata

- Prostatectomía radical por cáncer de próstata

- Cistoprostatectomía radical por cáncer de vejiga

Beneficios de la cirugía laparoscópica:

Los mismos beneficios terapéuticos de la cirugía abierta convencional pero con notablemente menos dolor postoperatorio, menos días de estancia en el hospital, una recuperación mas rápida y mejor resultado estético. Así como un “retorno” mas rápido a los hábitos dietéticos habituales y a la actividad normal.

Cada persona presenta unas circunstancias únicas que tienen que ser consideradas individualmente. La Enfermedad pulmonar obstructiva crónica severa, cirugías previas, obesidad mórbida, entre otras pueden constituir una contraindicación.